¿Se avecina una nueva guerra comercial? EEUU amenaza con aranceles y México responde con firmeza

El republicano Donald Trump aún no llega a la Casa Blanca y ya fijó, con amenazas, el tono de su administración: se impondrán aranceles a los principales socios comerciales (México y Canadá), y a China.

La lectura del mercado: se avecina una nueva guerra comercial a una escala mucho mayor que la vista en el Gobierno anterior.

En el detalle, Trump -quien asume el 20 de enero de 2025- prometió impuesto de 25% a las importaciones de ambas naciones fronterizas hasta que estas no tomen medidas drásticas con respecto a las drogas y la inmigración.

La postura del futuro mandatario no solo podría romper con el acuerdo de libre comercio tripartito que está ad portas de ser renegociado, mejor conocido como T-MEC (o Usmca, en inglés) sino que dejó en evidencia, desde ya, la dependencia que tiene México de una buena relación con la primera economía global.

El peso mexicano cayó más de 2% en la jornada, liderando los retrocesos entre las monedas emergentes y marcando su menor nivel en más de dos años.

El banco de inversiones RBC Capital Markets proyecta que el peso se debilitará hacia las 21 unidades por dólar, desde los niveles actuales de unos 20,76, antes del día de la investidura de Trump y caerá a 22 pesos por dólar si el futuro mandatario efectivamente promulga impuestos contra su vecino de la frontera sur.

El impacto fue menor en los mercados estadounidenses donde ya estaba internalizada la apuesta del republicano, pero no así en Europa, donde la medida es una advertencia de mayor proteccionismo. El Ibex español, por ejemplo, cayó 0,8% y BBVA -cuyo mercado principal es México- retrocedió 3,31%.

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Una relación millonaria

Desde ese lado del muro, la Presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza: “No es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en EEUU”.

Para ello -dijo al leer la carta que enviaría a Trump- “se requiere de cooperación y entendimiento recíproco a estos grandes desafíos”.

En esa línea, invitó al presidente electo a dialogar y a evitar poner en riesgo a los principales exportadores de México a EEUU, como es el caso de empresas como General Motors, Stellantis o Ford Motor, que llegaron a su país hace 80 años.

“Ponerles un impuesto que las ponga en riesgo no es aceptable y causaría -en Estados Unidos y México- inflación y pérdidas de empleo”, aseguró.

En sus proyecciones, los costos de producción de las automotrices aumentarían un 20%, lo que afectaría principalmente a los estadounidenses que compran vehículos de los fabricantes antes citados.

La referencia no es menor cuando se habla de que un 83% de las exportaciones mexicanas van a EEUU, principalmente los autos, camiones y productos electrónicos. En tanto, la nación al norte invierte US$ 236.000 millones en la economía azteca. Además, las remesas enviadas por mexicanos desde EEUU totalizaron US$ 63 mil millones el año pasado, según consiga el Financial Times.

En tanto, los datos del Departamento de Comercio de EEUU mostraban que, hasta septiembre, los tres países habían enviado más de US$ 1 billón (millón de millones) en mercancías a EEUU, con México en primer lugar, seguido de China y luego Canadá.

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Represalias a la vista

Ahora bien, en caso de que el llamado a diálogo no surtiera efecto, Sheinabum mostró una carta más contundente: “Un arancel vendrá en respuesta a otro, y así sucesivamente hasta que pongamos en riesgo a las empresas compartidas”.

En esa línea, la mandataria advirtió que los impuestos causarían inflación y pérdida de empleos en las dos naciones, que comparten más de 3.000 kilómetros de frontera, y aseguró que la fortaleza de Norteamérica y su competitividad radica en mantener vigente el T-MEC, que será revisado por los tres socios en 2026.

“Así podemos seguir siendo más competitivos frente a otros bloques económicos”, indicó.

Respecto de la migración, la exalcaldesa detalló que hoy llega un 75% menos de personas a la frontera respecto de 2023.

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Depender menos de Asia

Más allá de convocar al diálogo, Sheinbaum lanzó otro guiño a su futuro par estadounidense.

“Tenemos el objetivo de sustituir mucho de lo que importamos de Asia o de países con los que no tenemos tratado, pero por interés de México. Nosotros buscamos mayor desarrollo de nuestro país y el fortalecimiento de nuestras cadenas productivas”, señaló.

Con ello, asomó la posibilidad de negociar y evaluar la presencia china en el país, y adelantó que la próxima semana presentarán un plan elaborado junto a empresarios.

Esa posición iría de la mano con la amenaza de Trump de aplicar “un arancel adicional del 10%, además de cualquier otro impuesto” sobre las importaciones del gigante asiático.

Un portavoz de la embajada de China en Washington lanzó: “Nadie ganará una guerra comercial o una guerra arancelaria”.

Este impasse recuerda el inicio del primer mandato del republicano. En mayo de 2019, Trump anunció que impondría un cuota de 5% a México en 10 días y que lo aumentaría gradualmente, a menos de que el país impidiera que los migrantes llegaran a la frontera. México cumplió y el gravamen nunca se impuso, mientras que con China también hubo algunas concesiones.